Este delicioso producto tomó mucha fuerza porque su agradable olor y sabor estaba siempre expuesto a la entrada de los asaderos, dando vueltas de forma muy atractiva en un aparato que nos recordaba la rueda de Chicago y que hacía la magia de provocarnos porque ese sabor a la brasa era y es verdaderamente seductor, normalmente acompañado con papitas saladas, plátano y guacamole.

Con el pasar de los años y con la entrada de los supermercados en el negocio de la comida preparada este producto se convirtió en un commodity o producto gancho que se promociona a muy bajo precio pero se sigue consumiendo muchísimo como solución rápida y conveniente en muchos de nuestros hogares. Por otro parte y más con la influencia americana llegó a nuestros paladares la magia del pollo frito apanado que nos presenta esta proteína de otra forma y que si está  bien preparada nos ofrece un producto crocante, jugoso, apetitoso y abre la puerta a un menú un poco más sofisticado con un mayor valor percibido y logra conquistar el paladar de los amantes del pollo con soluciones de presas individuales, sandwiches de pollo, nuggets y acompañamientos como mazorca dulce, panecillos de maíz, ensaladas dulces etc.